jueves, 26 de febrero de 2009

Un cuerpo, un disparo y una ventana rota.

1

–Sí –dijo él, aún algo conmocionado por los sucesos acontecidos –, yo lo vi. Le observé entrar, no le dí importancia. Cuando pasé por delante, me sorprendió ver la puerta cerrada. Conseguí forzarla y, al entrar, estaba allí con la… la… –tartamudeó –. La pistola apuntando a su sien. Y también estaba el cuerpo. Lleno de sangre el suelo, su cuerpo e incluso la pared en la que se apoyaba. Cuando fui a por él, se subió al alféizar de la ventana, con la pistola aún en su cabeza –paró. Tomó aire. La respiración empezaba a entrecortársele –. Sin esperar, ni a despedida ni reclamo, apretó el gatillo y cayó.

2

La chica había recogido las cosas cuando El Asesino entró. Llevaba su cartera habitual, negra y vieja.

–¿Qué haces aquí? Sabes que ya nadie puede estar aquí –le recriminó.

–Perdona, estoy recogiendo unas cosas que había olvidado –se justificó ella. Aunque sabía que lo que hacía allí era esperar a su novio.

–Date prisa.

Ella hizo como si ordenara su pupitre, esperando a que él se fuera. Desordenó y ordenó sus diccionarios, sacó libros de la mochila y los volvió a introducir en ella, pero El Asesino lo advirtió.

–Ese libro lo has metido ya dos veces. ¿Te crees que soy tonto, niña?

El Asesino se acercó a ella, casi trotando, la agarró de un brazo y la empujó contra la pared. Le dio una bofetada que la desplazó hasta el pupitre más cercano, e hizo arrastrar también la silla correspondiente, haciendo que ésta chirriara contra el suelo.

–Tu noviecito me ha jodido, me ha jodido, sí. Y tú vas a pagarlo, sí, claro que vas a pagarlo.

Ella sabía de qué hablaba, sabía que se molestaría, pero no que haría esto. Así se llevaría otra denuncia. Intentó levantarse y correr hacia la puerta, pero El Asesino la golpeó y sus zapatillas resbalaron en los azulejos del suelo.

–¡Déjame en paz! –clamó entre sollozos ella.

–¡CÁLLATE! –bramó El Asesino. Aquel grito silenció, por completo y para siempre, a la chica.

El Asesino desenfundó una pistola de donde ella no pudo ver y disparó a bocajarro a la chica. Sólo fue uno, pero efectivo. A la cabeza, desde muy poca distancia. La sangre de la chica se esparció por todo el suelo y por toda la pared. Y no volvería a levantarse.


3

Pasó por delante del chico, pero él no le vio hasta que ya estaba lo suficientemente lejos como para saber que llegaría tarde. Él estaba en el patio, y cuando lo vio, El Asesino estaba ya cerca de las ventanas del segundo piso. Sabía lo que haría. Él quería venganza y la tomaría, pero el chico no sabía cuando. Aún así, no podía quedarse allí.

Corrió lo más rápido que pudo, por las primeras escaleras que encontró, que desgraciadamente eran las que se hallaban más lejos de la clase donde ella le estaba esperando. Cuando llegó al primer piso, se planteó ir por otra escalera, pero decidió que aquella idea sólo le haría perder el tiempo.

En el segundo piso, todo estaba vacío. Paró para escuchar. Se ajustó los guantes de cuero que llevaba; aguzó el oído y no le costó oír los gritos de los dos, unos de poder y otros de horror, en la clase donde habían quedado. Corrió, corrió, corrió,…

El Asesino querría tomarse la venganza por la denuncia que el chico le había puesto, pues fue descubierto abusando de algunos alumnos. A pesar de ello, aún la demanda no había tomado forma en el juzgado, aún se estaba procesando, pero él quería venganza, claro. Corrió, corrió, corrió…

…y el sonido del disparo le frenó.

Unos instantes, momentáneamente, pero le frenó. Continuó después, pero estuvo quieto, paralizado por el miedo, sin saber quién habría disparado y quien recibido la bala. Siguió corriendo, y quiso llegar a la clase donde oyó el disparo, pero algo le hizo aminorar la velocidad cuando llegó a la hilera de ventanas que precedía a la puerta de la clase. Se agachó para que nadie le viera la cabeza desde dentro y cuando llegó, comprobó silenciosamente que la puerta estaba cerrada. Puso el oído en la puerta, y no oyó nada. Contó hasta tres (uno, dos, tres) y tiró la puerta abajo. Y allí estaba él. Y el miedo le heló la sangre y la tristeza, el alma. Porque allí estaba ella, tirada en el suelo, apoyada en la pared, como esperándole en silencio, cubierta de sangre.

-¡Cabrón! –gritó entre lágrimas. Y el otro rió -. ¡Te mataré! –y siguió riendo.

El chico se tiró hacia El Asesino. Forcejearon durante unos momentos, hasta que el que portaba la pistola golpeó al otro con ella. Ahora al chico le sangraba levemente la mejilla.

-¿Pensabas que pasaría esto, niñato? –rió -. Yo sí.

Y siguió riendo. Entonces, mientras el chico se levantaba, disparó…

…disparó a la ventana, que se rompió en mil pedazos. El Asesino se acercó al chico, lo agarró y lo arrojó a la ventana.

-Sube –le ordenó -. ¡Sube! –le golpeó en la nuca. El chico, obedeció.

-La… la quitaré. Yo… lo siento…

Y El Asesino rió. Y siguió riendo. Sin pedir explicación, disparó. El chico emitió un grito ahogado y cayó al suelo. El Asesino tiró el arma, que cayó cerca del cuerpo. Se quitó los guantes, y se los guardó en los pantalones, para quemarlos más tarde. Todo había sido fácil. Ahora bajaría y llamaría a la policía.

La Moncloa, ¡otaku!

Gracias a una fuente bastante fiable, y a los que mando un saludazo (Ramen Para Dos), un rumor que se habría confirmado ya sería que la hija de nuestro presidente del gobierno es otaku y seguidora del manga y anime Death Note.
Según mi fuente, en el Mochitsuki 2009, 'uno de los representantes de la comunidad japonesa en Madrid comentó en su discurso que cuando coincidió con Zapatero, éste le confirmó que una de sus hijas era una enamorada de la cultura japonesa'.
Esto, empero, no es nada raro, dado que cada vez más adolescentes se aficionan a estos dibujos extranjeros tan característicos.
De nuestra parte, y seguramente de todos los blogs que publican esta 'curiosidad', no noticia, dado que no es nada nuevo, queremos mandarle un saludo a esta joven otaku.

Sorpresa, venganza, y una extraña visión.

Los encargados daban de comer ahora a los gatos. En el patio, una apestosa mezcla de pescado algo pasado, que habían tirado los humanos, era devorada por una manada de felinos. En la puerta, discretos, dos de ellos, a modo de guardianes en aquel entramado plan.

Entonces, los animales rodearon a los encargados que se vieron reducidos y obligados a caer como fichas de dominó en la asquerosa comida que, desganados, habían servido a los gatos. La muchedumbre animal, lo que menos cuantiosa, empezó a reducirse cuando algunos de ellos, se fueron de aquel patio, quedando reducida a muy pocos de ellos, velando a los humanos, que seguían demasiado atemorizados como para reaccionar. Sólo uno de ellos…

Una parte de los gatos que habían salido del patio comenzaban a abrir las celdas de sus colegas enjaulados. Perros, conejos, aves pequeñas, roedores,… toda una selva que ahora se liberaba y apresaba a los humanos, tras años de encarcelamiento en aquella perrera (la tienda tenía el nombre de Perrera Yoni&Bros., pero ciertamente allí lo que menos había eran canes).

Los restantes, iban entrando en las oficinas, sino hábilmente por las puertas, por las ventanas que el calor animaba a dejar abiertas. Iban bien organizados, tres por cada sala, y si había algún humano allí, lo reducían con admirable facilidad.

En la sala de las jaulas, habían aparecido rápidamente los gordos jefes de seguridad, que emplearon una fuerte violencia con los animales. Apenas dio a dos de ellos, pues éstos rápidamente les pagaron con la misma moneda, y quedaron tumbados en el suelo en un charco de sangre.

La recepcionista intentó marcar el número de la policía y avisar de tal hecho, a la vez tan increíble y real, pero, por supuesto, una estudiante que se sacaba un dinero trabajando de mala gana en verano allí mientras intentaba pagar su piso en la Quinta Avenida, fue pasto de los animales, y cayó al suelo derrotada, no muerta. Los animales no pensaban utilizar la violencia, salvo que se vieran obligados, como había ocurrido con los de seguridad.

En el patio, imprevisiblemente, un fornido muchacho había conseguido escapar, dejando tras de sí algún cadáver de animal y otros más heridos, y corría ya la entrada. Claro que allí los animales le bloquearon la salida y el humano gritó a viva voz: “¿Qué queréis?”.

No halló respuesta, aún estaba cuerdo. Oír hablar a los animales sería mucho peor que aquello. Aún así, un pajarillo que volaba por allí pió y se abalanzó hacía él, y aquel sonido pudo oírse como un: “Venganza”.

Los animales pronto le tomaron y, sin darse cuenta el humano, le sacaron a la puerta de la calle, y lo tiraron allí. El humano sacó fuerzas de flaqueza para alzar la vista. En la calle, coche se habían salido de la carretera, los que menos echaban humo, los que más ardían. Los perros, gatos y demás animales terrestres actuaban como normales peatones, lo pajarillos surcaban el cielo de la ciudad, y la locura el de aquel pobre infeliz humano.

lunes, 23 de febrero de 2009

Oscars 2009

Ayer domingo 22 de febrero se fallaron los Oscars 2009. La 81ª edición, presentada por el actor australiano Hugh Jackman en el Kodak Theater, dio a conocer los siguientes ganadores (gran triunfadora de la noche ‘Slumdog Millionaire’ con 8 estatuillas) [¡¡¡Fue un gran placer compartir la noche en directo con ustedes!!! Gracias a mi conexión Richmond por darme la información de los ganadores chateando con puntualidad prístina]:

MEJOR PELÍCULA
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), A Kennedy/Marshall Production; Kathleen Kennedy, Frank Marshall y Ceán Chaffin, Productores
‘El Desafío: Frost contra Nixon’ (Universal), A Universal Pictures, Imagine Entertainment y Working Title Production; Brian Grazer, Ron Howard y Eric Fellner, Productores
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), A Groundswell y Jinks/Cohen Company Production; Dan Jinks y Bruce Cohen, Productores
‘El Lector’ [The Reader] (The Weinstein Company), A Mirage Enterprises y Neunte Babelsberg Film GmbH Production; Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris, Productores
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), A Celador Films Production; Christian Colson, Productor

MEJOR DIRECTOR
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount and Warner Bros.), de David Fincher
‘El Desafío: Frost contra Nixon’ (Universal), de Ron Howard
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), de Gus Van Sant
‘El Lector’ [The Reader] (The Weinstein Company), de Stephen Daldry
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), de Danny Boyle

MEJOR ACTOR PRINCIPAL
Richard Jenkins en ‘The Visitor’ (Overture Films)
Frank Langella en ‘El Desafío: Frost contra Nixon’ (Universal)
Sean Penn en ‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features)
Brad Pitt en ‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.)
Mickey Rourke en ‘El Luchador’ [The Wrestler] (Fox Searchlight)

MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL
Anne Hathaway en ‘Rachel Getting Married’ (Sony Pictures Classics)
Angelina Jolie en ‘El Intercambio’ [Changeling] (Universal)
Melissa Leo en ‘Frozen River’ (Sony Pictures Classics)
Meryl Streep en ‘La Duda’ [Doubt] (Miramax)
Kate Winslet en ‘El Lector’ [The Reader] (The Weinstein Company)

MEJOR ACTOR DE REPARTO
Josh Brolin en ‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features)
Robert Downey Jr. en ‘Tropic Thunder’ (DreamWorks, Distribuida por DreamWorks/Paramount)
Philip Seymour Hoffman en ‘La Duda’ [Doubt] (Miramax)
Heath Ledger en ‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.)
Michael Shannon en ‘Revolutionary Road’ (DreamWorks, Distribuida por Paramount Vantage)

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Amy Adams en ‘La Duda’ [Doubt] (Miramax)
Penélope Cruz en ‘Vicky Cristina Barcelona’ (The Weinstein Company)
Viola Davis en ‘La Duda’ [Doubt] (Miramax)
Taraji P. Henson en ‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.)
Marisa Tomei en ‘El Luchador’ [The Wrestler] (Fox Searchlight)

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
‘Frozen River’ (Sony Pictures Classics), escrito por Courtney Hunt
‘Happy-Go-Lucky’ (Miramax), escrito por Mike Leigh
‘Escondidos en Brujas’ [In Bruges] (Focus Features), escrito por Martin McDonagh
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), escrito por Dustin Lance Black
‘Wall-E’ (Walt Disney), Guión de Andrew Stanton y Jim Reardon; Historia original de Andrew Stanton y Pete Docter

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), Guión de Eric Roth, Historia en pantalla de Eric Roth y Robin Swicord
‘La Duda’ [Doubt] (Miramax), escrito por John Patrick Shanley
‘El Desafío: Frost contra Nixon’ (Universal), Guión de Peter Morgan
‘El Lector’ [The Reader] (The Weinstein Company), Guión de David Hare
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), Guión de Simon Beaufoy

MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA
‘The Baader Meinhof Complex’, A Constantin Film Production, Alemania
‘La Clase’ [The Class] (Sony Pictures Classics), A Haut et Court Production, Francia
‘Departures’ (Regent Releasing), A Departures Film Partners Production, Japón (Takita Yojiro)
‘Revanche’ (Janus Films), A Prisma Film/Fernseh Production, Austria
‘Vals con Bashir’ (Sony Pictures Classics), A Bridgit Folman Film Gang Production, Israel

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
‘Bolt’ (Walt Disney), por Chris Williams y Byron Howard
‘Kung Fu Panda’ (DreamWorks Animation, Distribuida por Paramount), por John Stevenson y Mark Osborne
‘Wall-E’ (Walt Disney), por Andrew Stanton

MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA
‘El Intercambio’ [Changeling] (Universal), Dirección Artística: James J. Murakami, Decorados: Gary Fettis
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), Dirección Artística: Donald Graham Burt, Decorados: Victor J. Zolfo
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), Dirección Artística: Nathan Crowley, Decorados: Peter Lando
‘La Duquesa’ [The Duchess] (Paramount Vantage, Pathé y BBC Films), Dirección Artística: Michael Carlin, Decorados: Rebecca Alleway
‘Revolutionary Road’ (DreamWorks, Distribuida por Paramount Vantage), Dirección Artística: Kristi Zea, Decorados: Debra Schutt

MEJOR FOTOGRAFÍA
‘El Intercambio’ [Changeling] (Universal), por Tom Stern
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), por Claudio Miranda
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), por Wally Pfister
‘El Lector’ [The Reader] (The Weinstein Company), por Chris Menges y Roger Deakins
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), por Anthony Dod Mantle

MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO
‘Australia’ (20th Century Fox), por Catherine Martin
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), por Jacqueline West
‘La Duquesa’ [The Duchess] (Paramount Vantage, Pathé y BBC Films), por Michael O’Connor
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), por Danny Glicker
‘Revolutionary Road’ (DreamWorks, Distribuida por Paramount Vantage), por Albert Wolsky

MEJOR PELÍCULA DOCUMENTAL
‘The Betrayal’ (Nerakhoon) (Cinema Guild), A Pandinlao Films Production, de Ellen Kuras y Thavisouk Phrasavath
‘Encounters at the End of the World’ (THINKFilm y Image Entertainment), A Creative Differences Production, de Werner Herzog y Henry Kaiser
‘The Garden’, A Black Valley Films Production, de Scott Hamilton Kennedy
‘Man on Wire’ (Magnolia Pictures), A Wall to Wall Production, de James Marsh y Simon Chinn
‘Trouble the Water’ (Zeitgeist Films), An Elsewhere Films Production, de Tia Lessin y Carl Deal

MEJOR CORTO DOCUMENTAL
‘The Conscience of Nhem En’, A Farallon Films Production, de Steven Okazaki
‘The Final Inch’, A Vermilion Films Production, de Irene Taylor Brodsky y Tom Grant
‘Smile Pinki’, A Principe Production, de Megan Mylan
‘The Witness - From the Balcony of Room 306′, A Rock Paper Scissors Production, de Adam Pertofsky y Margaret Hyde

MEJOR MONTAJE
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), por Kirk Baxter y Angus Wall
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), por Lee Smith
‘El Desafío: Frost contra Nixon’ (Universal), por Mike Hill y Dan Hanley
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), por Elliot Graham
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), por Chris Dickens

MEJOR MAQUILLAJE
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), de Greg Cannom
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), de John Caglione, Jr. y Conor O’Sullivan
‘Hellboy II: El Ejército Dorado’ (Universal), de Mike Elizalde y Thom Floutz

MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), de Alexandre Desplat
‘Resistencia’ [Defiance] (Paramount Vantage), de James Newton Howard
‘Mi nombre es Harvey Milk’ (Focus Features), de Danny Elfman
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), de A.R. Rahman
‘Wall-E’ (Walt Disney), de Thomas Newman

MEJOR CANCIÓN ORIGINAL
“Down to Earth” de ‘Wall-E’ (Walt Disney), Música de Peter Gabriel y Thomas Newman, Letra de Peter Gabriel
“Jai Ho” de ‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), Música de A.R. Rahman, Letra de Gulzar
“O Saya” de ‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), Música y Letra de A.R. Rahman y Maya Arulpragasam

MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN
‘La Maison en Petits Cubes’, A Robot Communications Production, de Kunio Kato

‘Lavatory - Lovestory’, A Melnitsa Animation Studio y CTB Film Company Production, de Konstantin Bronzit
‘Oktapodi’ (Talantis Films), A Gobelins, L’école de l’image Production, de Emud Mokhberi y Thierry Marchand
‘Presto’ (Walt Disney), A Pixar Animation Studios Production, de Doug Sweetland
‘This Way Up’, A Nexus Production, de Alan Smith y Adam Foulkes

MEJOR CORTO DE ACCIÓN REAL
‘Auf der Strecke (On the Line)’ (Hamburg Shortfilmagency), An Academy of Media Arts Cologne Production, de Reto Caffi
‘Manon on the Asphalt’ (La Luna Productions), A La Luna Production, de Elizabeth Marre y Olivier Pont
‘New Boy’ (Network Ireland Television), A Zanzibar Films Production, de Steph Green y Tamara Anghie
‘The Pig’, An M & M Production, de Tivi Magnusson y Dorte Høgh
‘Spielzeugland (Toyland)’, A Mephisto Film Production, de Jochen Alexander Freydank

MEJOR MONTAJE DE SONIDO
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), por Richard King
‘Iron Man’ (Paramount y Marvel Entertainment), por Frank Eulner y Christopher Boyes
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), por Tom Sayers
‘Wall-E’ (Walt Disney), por Ben Burtt y Matthew Wood
‘Wanted’ (Universal), por Wylie Stateman

MEJOR MEZCLA DE SONIDO
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), por David Parker, Michael Semanick, Ren Klyce y Mark Weingarten
‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), por Lora Hirschberg, Gary Rizzo y Ed Novick
‘Quien quiere ser millonario’ [Slumdog Millionaire] (Fox Searchlight), por Ian Tapp, Richard Pryke y Resul Pookutty
‘Wall-E’ (Walt Disney), por Tom Myers, Michael Semanick y Ben Burtt
‘Wanted’ (Universal), por Chris Jenkins, Frank A. Montaño y Petr Forejt

MEJORES EFECTOS VISUALES
‘El Curioso Caso de Benjamin Button’ (Paramount y Warner Bros.), por Eric Barba, Steve Preeg, Burt Dalton y Craig Barron

‘El Caballero Oscuro’ [The Dark Knight] (Warner Bros.), por Nick Davis, Chris Corbould, Tim Webber y Paul Franklin
‘Iron Man’ (Paramount y Marvel Entertainment), por John Nelson, Ben Snow, Dan Sudick y Shane Mahan

OSCAR HONORÍFICO
Al actor Jerry Lewis

Vía: Mi conexión Richmond

domingo, 22 de febrero de 2009

El Caballero Oscuro

El caballero oscuroAcabo de llamar a la Real Academia de la Lengua para pedir, bueno no, para exigir, que en la definición de espectacular se ponga la foto de este cartel que ven a la izquierda. El caballero oscuro, señores, es una de las mejores películas que he tenido el placer de ver en la gran pantalla. Cada instante, cada frase, cada movimiento... es de una intensidad y de una belleza acojonantes. Y, perdonad por los adjetivos, pero tendré que recurrir a todos y cada uno de ellos para describir esta obra magna de Christopher Nolan. No es fácil hacer una crítica de una película que roza tan descaradamente la perfección, pues no hay nada criticable. No es solo una película más de superhéroes, nos encontramos ante un film épico que transciende sus orígenes, siendo ésta una obra, como dirían Los Rodriguez, para no olvidar.

En El caballero oscuro, Batman (Christian Bale) vuelve en su lucha personal contra el crimen, con la ayuda del teniente Gordon (Gary Oldman) tal y como ya ocurría en la primera parte. Pero esta vez alguien más quiere unirse para formar un triunvirato para limpiar las calles de Ghotam de delincuencia. Harvey Dent (Aaron Eckhart), fiscal del distrito, quiere que Batman cuente con su ayuda y asi poder luchar juntos. La alianza parece eficaz hasta que aparece un criminal cuya tarjeta de presentación es una carta con la figura del Joker.

Lógicamente eso no es nada más que el principio, contar más formaría parte de un spoiler y, como saben, las buenas críticas no tienen de eso. Ésta segunda parte es tan oscura como reza el título, detrás de una simple apariencia de blockbuster palomitero se esconde una enrevesada trama policial, mezclada con un intenso drama salpicado por unas escenas de acción, ésta vez, bien rodadas, y donde las sorpresas y los giros argumentales se suceden cada 10 minutos, formando así una obra de 2 horas y media de puro espectáculo, con suficientes ingredientes para convertirse en la película del año y, si me apuran, de la década.

Antes de continuar, confirmaré que la actuación de Ledger no solo está a la altura del film, sino que lo supera, con una interpretación de un personaje desquiciado, manipulador, a la vez que explosivo y ocurrente. Una lección de como debe ser interpretado un villano, gracias también a la labor de guión que tan bien lo dibuja y a una caracterización acojonante (¿lo ven? ya comienzo a repetir adjetivos). Pero, al contrario de lo que se pueda pensar, el peso del film no recae en sus espaldas. De echo nadie, y a la vez todos, llevan el peso del film, cosa que hace que esta película sea tan grande. Desde la transformación de Harvey Dent en Dos caras, a la persecución del Joker por las calles de Ghotam con la nueva e impresionante moto nacida del batmóvil, como si de un parto se tratase.

El resto de secundarios que ya formaron parte del anterior film actúan de una forma soberbia, desde Michael Caine a Morgan Freeman, y las nuevas incorporaciones como la de Maggie Gyllenhaal que supera a Katie Holmes en cuanto a interpretación, no así en belleza, interpreta un papel que lleva con bastante solvencia, aunque con ciertas limitaciones. Destacar que ver la película en Versión Original Subtitulada sería una elección bastante acertada para aquellos que deseen disfrutar de las actuaciones de todos los actores, especialmente la de Ledger. Verla doblada es otra buena opción, y verla en ruso también, si lo prefieren. El caso es verla.

Poco más que decir del estreno del año, solamente me queda daros un consejo. No vean nada, no dejen que nadie os cuente ninguna escena, ni siquiera lean más criticas, relean la mía. Y vayan al cine, por dios, dejen el emule para otros menesteres y disfruten en una pantalla grande de una obra maestra como lo es El caballero Oscuro.

martes, 17 de febrero de 2009

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio


Por fin sabemos que Peter Jackson y Steven Spielberg dirigirán “Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio“, y para ello contarán con Jamie Bell (”Billy Elliot”) como el intrépido reportero y con Daniel Craig (”Resistencia”) como el pirata Rackham el Rojo. La continuación de la franquicia esta casi asegurada.

En el resto del reparto encontramos a Andy Serkis (”El Señor de los anillos”), Simon Pegg (”Big Nothing”), Nick Frost, Gad Elmaleh (”Chouchou”), Toby Jones (”Historia de un crimen”) y Mackenzie Crook.

El estreno de la película esta previsto para el 2011, y estará rodada en 3D mediante motion capture como “Polar Express”. El guión corre a cargo de Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish. Esperemos que no sea tan decepcionante como el estrepitoso retorno de Indiana Jones.

Jackson y Spielberg dirigiendo a Tintín... promete.

sábado, 14 de febrero de 2009

La Torre Oscura (III) Las Tierras Baldías


Bueno, pues ya acabé la tercera parte de esta gran saga de Stephen King. Las Tierras Baldías se centra ya en el viaje hacia La Torre Oscura, es la parte que tiene más aventuras y en la que pasan más cosas, el libro es notablemente mas extenso que las dos primeras partes. Este libro es denso, pero denso en el buen sentido de la palabra, Stephen King se recrea con los paisajes, los personajes,y consigue introducir al lector en el mundo de Roland y sus compañeros, nadie como Stephen King sabe involucrar al lector de esa forma. Como siempre digo la prosa de King no es buena, y las traducciones aun son peores, pero es que en esta saga no es necesario usar una prosa artística, ni recursos estílisticos complejos, aquí lo que interesa es lo que les ocurre a los personajes, vivir con ellos en el mundo que se ha movido, ka-tet, en una palabra.

Tengo que confesar que ha habido algunos momentos que puede que me hayan resultado algo lentos, no aburridos, pero ciertas partes son algo reiterativas, de todas formas si ya te has leido las otras dos partes y estas integrado en la historia no te costará nada pasar ese bache.

Es interesante ver como los personajes van evolucionando, Jake, Eddie, Sussanah, y sobretodo Roland, el pistolero, que cada vez resulta mas interesante. Stephen King ha creado esos personajes desde su interior, y se nota, no son estereotipos, Roland es un pistolero si, tipo Clint Eastwood en sus Spaguetti Westerns, pero situar a ese personaje en un mundo ficticio y cargarlo de una personalidad como esa no es para nada estereotipar un personaje.

Lo de Blaine el Mono(rraíl) es fascinante, la forma de enlazar ese tren con el libro infantil de Jake, los acertijos, los ordenadores...realmente este escritor tiene una imaginación soberbia, hay veces que parece estar improvisando, parece imposible que algunas cosas de las que cuenta puedan estar pensadas antes de escribirlas.

Pues nada, no quiero contar nada más, solo decir que esta saga me tiene atrapado, y no se porqué, tengo unas ganas locas de leer la cuarta parte, que pronto llegará...

Hasta entonces,

Khef, ka y ka-tet.

domingo, 8 de febrero de 2009

Iron man. Una de superhéroes... y buena.


Cada vez son menos los superheroes importantes de la Marvel que quedan sin su correspondiente adaptación a la gran pantalla. Uno de ellos era 'Iron Man', uno de los más queridos por los aficionados principalmente debido al carisma de su protagonista, el multimillonario Tony Stark.

Cuando se anunció que el Hombre de Hierro iba a ser llevado al cine por Jon Favreau, un hombre que lo más importante que había dirigido en toda su carrera eran la patochada de Elf o Zathura, nos temíamos lo peor. Sin embargo, cuando se anunció que el papel de Tony Stark iba a recaer en Robert Downey Jr., el proyecto empezó a prometer. Y es que la elección de Downey Jr. para ser Iron Man / Stark es una de las mejores decisiones tomadas del cine de superheroes moderno. Downey Jr. ha sido un chico malo, alcohólico, mujeriego, millonario... Todo lo que el papel de Stark requería. No tenía que actuar como tal, si no que simplemente tenía que volver a ser él mismo. Tan sólo le quedaba ponerse la armadura.
'Iron Man' es una gran adaptación del cómic creado por Stan Lee y que sin duda satisfacerá a sus seguidores. La película contaba con un gran presupuesto que se ha destinado en su mayoria a los geniales efectos especiales, que sin ser tan impresionantes como los Spiderman 3 por poner un ejemplo, son una delicia verlos en pantalla.

Pese a las logradas escenas de acción, de Iron Man me quedo con su genial flashback inicial en el que nos presenta al Tony Stark que siempre hemos querido ver. Downey Jr. está impresionante, creíble y soporta todo el peso de la película apoyado brillantemente por un brutal Jeff Bridges y un Terrence Howard que es la "vis cómica" perfecta que necesita el personaje de Stark. Sin duda, el personaje más desaprovechado de toda la película es el de Paltrow/Potts que se limita durante toda la pelicula a lucir modelitos y cara de pena.

Como ocurre en la primera entrega de la mayor parte de las películas de superheroes, la acción se deja de lado en las dos primeras partes para ayudarnos a conocer más el universo partícular del protagonista y su alter-ego. Al igual que ocurría en Batman Begins, Spiderman u otras tantas, aquí lo que importa es conocer el qué lleva al personaje a convertirse en el superheroe. Ya será en la siguiente entrega (quedaos hasta el final de los créditos) donde toda la acción y potencial del personaje pueda verse.

En definitiva, 'Iron Man' es una más que correcta adaptación del célebre cómic y que sin llegar a los niveles de 'Batman Begins', sienta la bases para una saga de películas que puede darnos muchas horas de diversión.

sábado, 7 de febrero de 2009

1408 (Otra de King)

Cuando una historia corta inspira una película, el director encuentra un doble riesgo: la ya de por sí dudosa labor de adaptar una obra literaria a cine (con todos los problemas que eso implica), y encima de eso la creación de nuevas escenas, personajes y situaciones que de algún modo deben respetar lo que el autor expresó originalmente, al mismo tiempo que extienden la narrativa integrándose a ella sin parecer un pegote arbitrario e innecesario.

No pretendo comparar la película "1408" con la historia corta de Stephen King en la que se basa, excepto para decir que el producto filmado representa una excelente resolución de los mencionados problemas... el libreto escrito por Matt Greenberg, Scott Alexander y Larry Karaszewski complementa maravillosamente bien lo establecido en la historia, enriqueciendo los personajes y profundizando más en las raíces de los eventos que presenciamos. Desafortunadamente eso no significa que la película sea buena.

El protagonista es Mike Enslin, un escritor de guías turísticas enfocadas al aspecto paranormal; Enslin visita famosos hoteles o establecimientos "embrujados" y reporta sus experiencias... usualmente libres de fantasmas o espectros. Entonces, mientras escribe su nuevo libro, se entera de la existencia de la siniestra habitación 1408 en el elegante Hotel Dolphin, en Nueva York, y contra los deseos (y súplicas) del elegante administrador Olin (Samuel L. Jackson), Enslin pasa una noche en el fatídico cuarto, donde han ocurrido media centena de muertes... ¿logrará sobrevivir?

La primera mitad de "1408" es realmente excelente, gracias a la precisa dirección del sueco Mikael Håfström, al bien construido libreto y a la sólida caracterización de John Cusack. El argumento quizás no sea muy novedoso (investigador escéptico que finalmente encuentra manifestaciones paranormales), pero el equipo creativo establece un interesante marco histórico y emocional que a la vez funciona como motor de los misteriosos eventos, dándole a la película un interesante trasfondo psicológico que puede interpretarse de varias maneras.

Pero, a pesar del obvio talento que Håfström tiene para generar suspenso, la historia se desmorona cuando finalmente llegan los efectos especiales.

No me malinterpreten... los efectos están bien hechos (y muchos son prácticos, en vez de digitales), pero cuando la trama abandona el suspenso y ambigüedad del principio a cambio de sustos arbitrarios y absurdas situaciones "paranormales" me fue imposible mantener el interés y la credibilidad. Con un argumento fundamentado en los "demonios internos" del subconsciente y en hechos dolorosos del pasado, me pareció un error romper el intenso drama personal del protagonista con exageradas manifestaciones que rara vez se sienten creíbles o lógicas. Quizás sea un error esperar "realismo" en una película del género fantástico, pero eso no es excusa para abandonar la lógica interna de la historia y endilgarnos escena tras escena de inexplicables (e irrelevantes) eventos.

Otro gran tropiezo es una larga secuencia (que no quiero revelar) cerca del final, donde parece explicarse la naturaleza de la experiencia paranormal del protagonista. Su resultado es risiblemente predecible y, en vista de la inteligencia previamente mostrada en el libreto, esta cansada digresión resulta doblemente reprobable.

Eventualmente la película trata de redimirse con un ambiguo final que resulta sólo parcialmente satisfactorio. No hay nada nuevo, pero al menos evita darnos un final blando o pre-fabricado. No obstante, mi interés había decaído y me tenía sin cuidado el destino final de los personajes.

Sin duda Håfström es un hábil director de suspenso (su mediocre cinta de terror "Strandvaskaren" destacaba en ese aspecto, aunque no en muchos otros), y esperaré con interés su siguiente proyecto. Pero en "1408" su talento se pierde entre el caos literario de Stephen King y su característica falta de disciplina narrativa (al menos en su etapa actual). Supongo que puedo darle una parcial recomendación a la cinta "1408" por su notable primera hora y por el siempre entretenido trabajo de John Cusack. Pero su aparatosa y forzada segunda mitad rompe el trance del suspenso y se siente como una colección de arbitrarios sustos y efectos que restan importancia al drama del personaje central. Creo que un enfoque más sobrio y metódico hubiera resultado en una película más honesta, profunda... y atemorizante.

La niebla de Stephen King


Hay una escena, entre las muchas que destacan en ‘La niebla’, dirigida por Frank Darabont, que da las claves para poder afirmar el excelente film de terror que es. Se trata de aquella en la que algunos de los supervivientes encerrados en el supermercado discuten acerca de cómo la sociedad en la que viven se viene abajo con mucha mayor rapidez que la que la misteriosa niebla da cuenta de los protagonistas de la cinta. En ella se encuentran las bases del terror más atávico expuestas con una frialdad, nitidez y contundencia dignas de elogio.

Y es que la adaptación del relato corto de Stephen King es, más que un convencional body count en la que los protagonistas son diezmados por la amenaza en cuestión, (que también), un metódico análisis de distintas conductas humanas que nos sitúan en otro horizonte completamente distinto, y que expanden las posibilidades del relato de terror hasta sus verdaderas bases sustentantes, de origen psicológico y social. Lo que Darabont hace, con decisión y contundencia, es desgranar el mal interior del hombre y dibujar un panorama que explica el fundamentalismo religioso, con un personaje absolutamente brutal, una villana memorable, interpretado con fortuna por Marcia Gay Harden.

Darabont conduce el film con seguridad, dibuja algunos personajes con bastante tino y se ve obligado a desdibujar otros, pero el relato es interesante en todo momento, está preñado de diálogos que ocupan mucho más metraje que en otras películas del género recientes (y que nunca aburren), y suelta lastre (y de que manera) cada vez que toca derramar sangre con la amenaza sobrenatural (excelentes las escenas de la niebla aproximándose): atención a la escena de la puerta, a la excursión a la farmacia y lo que se descubre en ella, y al intento de escapada final en el aparcamiento, absolutamente tensos y sangrientos.

Pero lo que más miedo mete, de largo, en esta fenomenal película es el componente humano, que Darabont retrata con crueldad, pesimismo y mal rollo: la frustración se planea por la historia cada vez que la incomprensión entre los miembros del grupo hace aparición. Ahí está el desenlace con el desafortunado joven que paga las iras de la muchedumbre por pertenecer al estamento militar, o los intentos de Thomas Jane por convencer a su vecino de lo que hay en el almacén, sin ser siquiera escuchado, entre otros muchos.

Atrás quedan algunos efectos especiales algo obvios y ciertas limitaciones, Darabont exprime el material admirablemente y conduce con seguridad el film hacia el desenlace más duro, áspero y absolutamente trágico visto en una pantalla en años (que recuerda en cierto modo al de ‘La milla verde’, también de Darabont y King, salvando mil distancias). Thomas Jane (actor que nunca me ha disgustado) lleva bien la película sobre sus hombros, siendo los ojos y la boca del espectador ante el dibujo del panorama más pesimista sobre la especie humana que pudiera imaginarse. A reivindicar desde ya.

Protegidos por su enemigo

Robert DeNiro, John Travolta, Al Pacino, Dustin Hoffman. Son apenas cuatro nombres de grandes actores que no le hacen asco a ningún guión por más irrisorio que sea. Dentro de esa lista, de seguro también hay que incluir a Samuel L. Jackson. La película «Protegidos por su enemigo» es una prueba cabal de ello.

Protegidos3La historia es sencilla, infantil y trágica a la vez. Una pareja de treintañeros se muda a un vecindario recidencial de California para comenzar a construir su sueño de conformar una familia. Una casa bonita con piscina, adornos modernos y como si eso fuera poco, la tranquilidad de tener como vecino a un policía. Pero no se trata de cualquier policia sino de uno muy empedernido en servir y proteger a cualquier costo, aunque ello implique el exceso de mano dura y otros lugares comunes del clásico «bad cop» de las películas estadounidenses.

Con esta premisa los conflictos no tardan en llegar. Y se trata de conflictos bastante tenues que con el transcurrir de la película van engrosando su calibre como una bola de nieve que cae desde la punta de una montaña. En pocas palabras, en poco más de hora y media los vecinos comienzan peleandose por unas luces molestas que provienen de la casa de al lado hasta terminar luchando entre sí a puro golpe limpio.

Protegidos2Y no obstante ello, la pelicula no se sostiene a lo largo de su duración ya que cuando los pequeños nucleos de conflicto amenazan con volverse más pesados, por algún motivo u otro, los enemistados vecinos terminan conciliandose a la espera de una nueva peleita en la frontera de ambas casas.

Si bien la temática central del film es un tanto liviana e inclusive hasta endeble para proponer momentos algidos, la película también aborda la cuestión racial (la pareja de vecinos está compuesta por un hombre blanco y una mujer negra) y la soledad y el desarraigo de un policía que enviudó e intenta educar a sus hijos de la forma más estricta posible. No obstante, ninguno de estos temas se profundiza demasiado en la historia.

Inconexa, poco llevadera y hasta con sensación de poco, «Protegidos por su enemigo» no tiene mucho para ofrecer e innovar en materia de drama, thriller o acción.

Mal ejemplo

A los pocos minutos de empezar “Mal ejemplo”, uno ya puede adivinar cuáles van a ser los pasos que la película seguirá hasta llegar a los títulos de crédito finales. La culpa, en su mayor parte, es de una premisa tan pobre que no pasa mucho tiempo antes de que la narración necesite de manifiestos alargamientos para posponer una conclusión que uno puede adivinar a la legua.

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Supuestamente, el fuerte de esta comedia protagonizada por Seann William Scott y Paul Rudd es su cóctel compuesto y bien agitado de la incorrección política enfatizada en el primero, y el sarcasmo negativo que destila el segundo. El problema es que este presunto punto fuerte tiene una caducidad de apenas media hora, más o menos el tiempo que tarda la cinta en caer en todos y cada uno de los tópicos de la comedia más manida. Desde el principio sabemos que esos dos adultos inmaduros, forzados a realizar horas de trabajo social con niños conflictivos o desamparados, encontrarán su propio sentido de la vida y la responsabilidad en los chavales. Sabemos que poco antes de alcanzar ese estadio, y tras algunas peripecias, volverán a meter la pata para, finalmente, acabar arreglándolo y restablecer así un definitivo y feliz orden. Sabemos tan calculadamente todo lo que va a suceder en la pantalla que no hay margen alguno para la sorpresa y, por tanto, nada que nos impida olvidar instantáneamente “Mal ejemplo” tras su visionado.

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David Wain firma un producto que se desinfla de forma asombrosamente rápida, con un guión pobre como pocos e incapaz de aprovechar una razonable cantidad de química entre Scott y Rudd. Cualquier amago de ingenio o de auténtica irreverencia queda rápidamente dilapidado por la evidencia aplastante de una narrativa que avanza por inercia e inepta en sus intentos por explotar un humor tan disperso como el sentido de la responsabilidad de sus protagonistas. No sólo eso, la película de Wain se muestra incluso incompetente a la hora de configurar a sus personajes, reajustando sus coordenadas a cada situación y nunca al contrario (poco importa si los dos amigos rompen sus lazos, si en la siguiente escena dicha ruptura es ignorada). A esto debemos sumarle una total falta de ideas que lleva a convertir en clímax y cierre un largo e innecesario simulacro de batalla épica sin ningún gag capaz de levantar la más mínima risa. El resultado, claro, acaba siendo una mala comedia en la que uno no puede ni asirse a unos personajes nada creíbles ni disfrutar pasajeramente de una gamberrada menor, pues poco o nada hay en ella que nos lo permita.

Ampliar imagenY eso que la sorna del personaje de Paul Rudd no empieza con mal pie, lanzando puyas a los tamaños estandarizados del café en una suerte de Starbucks®. Pero no es más que un espejismo pronto desmentido por la avalancha de mediocridad que está a punto de caernos sin remedio y que, en definitiva, sólo supone un mal ejemplo de cómo hacer comedia.

viernes, 6 de febrero de 2009

El 'Saturday Night Live' que se emite los jueves.

Bajo este metódico y a la vista intencionado error, se esconde la versión española del programa americano del mismo nombre que lleva más de 30 años en activo ininterrumpidamente. ¿Tendrá tanto éxito en España la versión de Eva Hache?
Aunque el gran y tan anunciado evento empezó con más de diez minutos de retraso, finalizó a la hora programada, dejando un buen sabor de boca, aunque quizás con un humor muy convencional. Fue algo renovador el hecho de que el propio presentador sea el invitado, aunque quizás faltó una entrevista, o algo parecido.

El estreno empezó con un monólogo acertado de Antonio Resines, y la presentación de los colaboradores Dani Martín, Fran Perea, Nuria Roca y Pepe Viyuela. Tras esto, variados sketches (algunos bien construidos como el del restaurante italiano, y otros menos, como el de la grabación de Barón Rojo en inglaterra), las 'Noticias de SNL' (con la excelente unión de Cádiz e Israel y la fallida entrevista a la prostituta de lujo y espía).
Más sketches, la actuación del Canto del Loco y la finalización.

En general, no me ha disgustado, y en términos objetivos, algo correcto y en cierto modo acertado, pero mejorable.

jueves, 5 de febrero de 2009

"Imaginarios"

Tengo el placer de anunciaros que durante los días 6 y 7 de mayo de 2009 tendrá lugar en el Campus Universitario de Badajoz el I Foro Internacional de Sagas, dedicado por completo a las sagas fantásticas en el más amplio sentido, es decir, que no sólo se hablará de literatura fantástica, sino también de todo el universo que de ella emana: películas, juegos de rol, fan fiction...

El programa es amplio y variado, con una gran cantidad de ponentes de todas las nacionalides. Constará de una parte algo más "teórica" (charlas, ponencias, conferencias...) y otra más práctica (experiencias y talleres). Además, existirá una serie de actividades paraleas al foro, como una feria del libro fantástico, diversas presentaciones de libros o el Concurso de relato corto "Hijos del Dragón". También contará con la participación de distintas editoriales y de nombres tan conocidos como la ilustradora Cris Ortega (Forgotten) o el escritor Javier Negrete (La Espada de Fuego, El Espíritu del Mago...).

Además, los universitarios podréis obtener 1'5 crédtos de libre elección Wink

Tanto El Dragón Verde como la Asociación "Hijos del Dragón" colaborarán con este proyecto.

Os dejo la dirección de la web del evento y os animo a que lo difundais entre amigos y conocidos:

http://www.unex.es/eweb/sil/saga/sagas.html

Entre todos estamos consiguiendo que cada vez se organicen más cosas en Badajoz Wink

Nos vemos allí.



(Nota de R. Q.: ¡Gracias, Gar!)

lunes, 2 de febrero de 2009

Descenso. Relato en dos actos. Primera parte.

Nota del autor:

Cuando lean este relato, podrán darse cuenta, sobre todo ciertas personas, que existen nombres característicos. Pues bien, esto está basado en una 'historia real', ocurrida en el verano de 2008, en mi casa. A esas personas, bueno, que se diviertan, pues lo escribo con tinta de mi Alma, especialmente para vosotros. Que vuestro calor nunca deje de alentarme.



La mazmorra era inmensa. Los intrépidos aventureros Dune, Lhy, Monario, Saikon, Ahriel y Nigro la exploraban, dispuesto a encontrar a sus cautivos amigos Zhie, Sasazuka y Ath, que habían sido apresados por el Dragón Negro en la primera exploración.

Mientras avanzaban, la elfa Elibella les guiaba por transmisor. Según ésta, aún deberían quedar dos salas hacia delante, y luego habría que buscar el camino, pues ahí se tuvo la última noticia de los tres.

El humano Monario se hallaba frente a la puerta que les conduciría a la primera sala. Cuando se abrió, la puerta emitió un crujido que se ahogó en la interminable oscuridad.

Ahriel, a los lados –susurró.

Ahriel alzó ambos brazos, uno a cada lado, y unas antorchas iluminaron una larga sala. En ella, dormitaban tres tigres dientes de sable. Nigro, que lideraba ahora la comitiva, señaló al más cercano y se acercó con su incondicional sigilo. Cuando se halló a unos centímetros de la bestia, echó la vista atrás.

Los otros asintieron y desenfundaron sus armas. Espada, Dune; mágicos bastones, Ahriel y Lhy; como arma un hacha sacó Monario; un martillo Saikon. Nigro desenfundó dos afiladas dagas silenciosamente, y asintió también.

Rápida, silenciosa y definidamente, asestó dos golpes en el cuello al animal, que aulló en el umbral de la muerte. Los otros dos se despertaron.

A la legua veíase que uno era cuantiosamente de mayor tamaño al otro, al más cercano al grupo. Nigro y Dune avanzaron primero, saltando contra el primero. Con varios golpes consiguieron dañarlo gravemente, pero se mantuvo en pie. Saikon y Monario golpearon al otro, pero éste era fuerte y robusto, y dejó inconsciente a Monario y a Saikon lo expulsó a unos siete metros, cerca del otro, que le golpeó duramente, antes de que Dune le asestara el golpe final.

Dune y Nigro se acercaron al último, y consiguieron herirlo pero tampoco tuvieron suerte, y, rabiosamente, el tigre les devolvió el golpe.

Con lo cuatro guerreros en el suelo, corrió hacia Lhy y Ahriel, que se preparaban en posición defensiva. Ahriel le lanzó un hechizo que consiguió frenarle, pero cuando se recuperó, se lanzó hacia ella y la sujetó contra el suelo. Forcejearon, hasta que la muchacha sintió el hedor de la boca de la bestia a pocos centímetros de ella.

Entonces, cuando el tigre se proponía morderle el cráneo, un fuerte y severo hechizo producido por Lhy alejó e hirió a la bestia. Los cuatro guerreros, que se habían recuperado observando la escena, se abalanzaron sobre el tigre, que se hallaba indefenso.

Saikon dio el último golpe.

Su hacha atravesó el cuello de la bestia y, cuando levantó el arma, la cabeza se separó del tronco.

Lhy ayudó a Ahriel a levantarse. “Gracias”, dijo ésta.

************

La mayoría de las heridas eran superficiales, salvo una pequeña fractura de muñeca que sufría Dune. La batalla con los tigres había sido algo rápida, pero sufrida y dura. Esperaron unos instantes en la sala, reponiendo fuerzas, pero lo justo, pues sabían que no había tiempo que perder. “En la siguiente sala”, les informó Elibella, “es en dónde tenemos las última transmisión de Zhie y los otros”.

En la tercera sala, habíanse encontrado, simplemente, tres cabezas talladas en mármol, tres huecos para esas esculturas, y un pergamino. Ahriel se acercó y lo desenvolvió.

La lengua de los unicornios –explicó.

¿Sabrías traducirlo? –preguntó Dune.

Ahriel meditó unos instantes. Aquello podría costarle y quizás (probablemente) la traducción tendría fallos. Aún así, lo intentó. Leyó detenida, pausada y sabiamente el pergamino y, tras unos instantes, comenzó a leer tranquilamente.

Es un acertijo. Dice: "Tres dioses A, B, y C son llamados, en algún orden, Verdad, Falso, y Aleatorio. Verdad siempre habla expresando la verdad, Falso siempre habla expresando algo falso, pero la respuesta de Aleatorio es completamente aleatoria pudiendo ser verdadera o falsa. Su tarea es determinar las identidades de A, B, y C preguntando tres preguntas cuya respuesta es si o no; cada pregunta debe ser formulada a un único dios. Los dioses entienden español, pero contestarán todas las preguntas en su propio idioma, en el cual las palabras para Si y No son 'da' y 'ja', en algún orden. Usted no sabe que significado se asocia a cada palabra."

Todos los ojos en aquella sala se abrieron como platos. Bueno, menos dos…


R. Q.



This will continue...

domingo, 1 de febrero de 2009

El futuro

La casa estaba prácticamente devorada al completo por las llamas. Pero no había bomberos. Ni ambulancias, ni policía. Ni siquiera aficionados observando recrearse al fuego. Nadie.

La abandonada casa había prendido como un fósforo, apenas en unos minutos. Dicha casa podría llevar lustros abandonada como una hoja en otoño, solitaria, al final de la calle. Patrick marcó el número del 091 y dio la voz de alarma.

-contestó Patrick–, al final de la calle St. Royale, cruzando con Queen St. –Veinte minutos. Tardarían unos veinte minutos.

De repente, enmudeció al oír una voz desgarradora en su interior. Era imposible que hubiera alguien allí dentro, salvo que se tratara del causante del fuego

En un arranque absurdo de valentía, entró en la casa. Patrick no supo reconocer el origen de la voz, pero un pálpito le llevo a la segunda planta. Segunda de tres, a la que llegó con varios apuros. No menos de los que pasaría en la planta dos, puesto que el techo de ésta estaba en peor estado que el de abajo. Aun así, tuvo que saltar varios huecos producidos en el suelo.

Había tres puertas y, como comprobó, una llevaba al cuarto de baño, otra a un dormitorio, ambas vacías, y se dispuso a comprobar la tercera. El fuego salía de los muebles de una forma regular y, en cierto modo, ordenada. Había una cama. Sentada, apoyada en ella, una figura.

Una mujer.

La voz.

Era mío –repetía–. Era mío. Era mío. Era mío. Era mío.

En sus brazos acunaba un bebé tapado, envuelto por unas mantas. Patrick le ayudó a incorporarse, pero ésta se negó (Era mío. Era mío).

No hay tiempo, señora.

La figura levantó la mirada, una mirada fría en un rostro pálido y agotado. Tras varias negaciones de la anciana, Patrick intentó arrebatarle el bebé, en vano, consiguiendo sólo tirar las mantas al suelo.

Podrido.

El bebé estaba podrido. Verde. Podrido en la superficie, y seguramente por dentro.

Podrido, dando aspecto asqueroso. Sus cuencas estaban vacías y la boca, pidiendo una silenciosa ayuda.

Patrick tuvo ganas de vomitar. Siguió en sus esfuerzos de sacar a ambas personas.

Tras varios intentos, ambos se precipitaron catastróficamente al fuego. La mujer comenzó a gritar y, pese al intento de Patrick de no creerlo, el bebé también. Vivía.

Los muebles formaban una hilera en el suelo, una hilera de luz y calor. Viendo que la anciana quería morir allí, y que el bebé sufriría más vivo, huyó de la casa. Sorteó toda clase de objetos, y terminó la escalera. Sus ropas ardían, y allí estaba la anciana con el bebé.

Era mío. Era mío. Mío.

Patrick la apartó de un golpe y siguió en línea recta, sin preocuparse por ella.

Cuando iba a salir, en la entrada tropezó y, a regañadientes con su mente, recogió la manta de un bebé que encontró por sorpresa.

Salió a la calle, que seguía desierta, y se tiró al suelo. Sus ropas estaban intactas.

La manta, que había encontrado putrefacta y rota, aún mantenía la etiqueta de la tienda, y estaba en perfecto estado.

Temiendo encontrar lo que finalmente encontró, miró a la casa. Estaba cerrada, rodeada con un espléndido jardín.

Patrick se horrorizó al comprobar que en una de las ventanas se asomaba una mujer y un hombre, aparentemente casados. Eran felices.

Al momento, apareció la madre de alguno de ellos, ya entrada en edad, con un bebé en brazos.

Éste estaba desnudo.

Zombis de cera

Nota del autor:

Bendito Lector, si me seguiste con tu lectura desde el principio, sigue leyendo esta nota, con la que sólo deseo comunicarle a usted que este es el primer relato que escribí, y por tanto, podrá ver que el concepto del mismo que tenía en ese tiempo es el de 'historia algo abstracta y breve con final disperso'. Bien, aclarando esto, por favor, no le hago de rogar, y comience su lectura, que le deseo sea plácida y amena.



Era el día especial de terror en el museo de cera. Patrick había pagado dieciocho dólares y, la verdad, le estaba pareciendo decepcionante y un derroche de dinero.

La exposición en sí constaba de varias secciones: había pasado ya por la de absurdos esqueletos, irreales zombis y poco detallados hombres lobo, y estaba acabando la de ‘Mitos del Cine de Terror’. Apenas era posible ver un buen Norman Bates, una decorada y óptima representación de ‘Los pájaros’ y poco más. Ahora procedía a adentrarse en la última sección, de la que se desconocía el tema.

Una vez dentro, la temática fue fácil de definir. Asesinatos. Sí, asesinatos, gente muriendo, sangra. Esta sala añadía una nueva ‘técnica’. De determinados orificios, que pretendían ser heridas, brotaba una fuente de líquido rojo, poco espeso, intentando simular sangra de un forma bastante ridícula. Lo macabro no apareció…

…hasta que lo vio. La excelente escultura. Era tan perfecta...

La sangra no brotaba disparada, sino lentamente, mirando, quizás acechando. Tan perfecta…

Allí no había nadie aprovechando la oportunidad de ver el realismo en aquel insulso museo. Esa escultura era tan perfecta…

Tan perfecta…

…que era real.

Era real.

Vivía.

Patrick apenas emitió un grito ahogado. Las cuerdas vocales no le respondieron. Y no espera que lo hicieran cuando aquella escultura movió los ojos. Ni cuando le penetró con su mirada hasta lo más profundo de su alma. No. Las cuerdas vocales no funcionarían aquella vez.

Tampoco lo harían cuando la figura se levantó y la siguieron las demás de la sala. Se encontró rodeado. Aquello era tan irreal como un sueño. Patrick fue a correr, pero sus piernas no respondieron. Aquello no podía ser verdad. De repente, eran las figuras tan perfectas…

Tan perfectas…

La puerta que daba a la siguiente exposición (que supuestamente sería la salida) estaba cerrada. Las figuras perfectas se le acercaban. Más y más. Patrick apartó las que pudo a puños. El roce con su piel las daba más realismo y, a la vez, más surrealismo a la escena. Eran tan perfectas…

En la siguiente exposición, figuras perfectas de Frankestein, Nosferatu, Drácula, Jack Torrance, Norman Bates, Freddy Kruger, y muchos más le esperaban.

Dios Santo –pensó la cabeza de Patrick.

Aquello era tan real como el agua que te cae en la ducha, y tan irreal como un sueño.

Como un sueño…

…o tal vez una pesadilla.

Las figuras perfectas se le acercaban más y más. Pegó puñetazos y patadas, la mayoría al aire, pocas dieron en algo sólido. Pero las que lo hicieron aclararon el camino hacia otra puerta.

Exposición 1.

Por un momento, un instante, la más ínfima parte de su mente, la neurona más pequeña, dio la esperanza de encontrar la exposición con todo en su sitio, cerca de la realidad.

La parte más ínfima de su mente se equivocó.

Zombis salidos de ‘La noche de los muertos vivientes’, esqueletos andantes y, lo que más temor le provocaba (dentro de lo que pudiera temer), los hombres lobo. Eran decenas. Varias decenas. Los zombis y esqueletos, el cuádruple. Cuando había pasado por allí no eran tan numerosos. Creía.

Pero no tuvo tiempo para razonar. Todo era tan perfecto. Tan perfecto…

Tan perfecto –la locura se adueñó de la mente de Patrick– que para qué estropearlo.

Patrick enmudeció. Y se quedó quieto, inmóvil. Sus músculos se relajaron, y no reaccionaron. Tampoco lo hicieron sus cuerdas vocales. Ni cuando bestias peludas (perfectas) se abalanzaron sobre él. No, ni cuando una de ellas le desgarró la piel del estómago. Ni cuando muchas cuchillas afiladas, quizás el cuchillo de Bates o las garras de Freddy, atravesaron su cráneo. No, no reaccionaron.

No querían reaccionar.

El irrepetible caso del demonio parlante. Relato en tres actos.

(uno)

Ya no recuerdo el caso que tratábamos aquel día. Quizás algún extraño asesinato; o el robo de cuadros de lujo o famosos. No sé.

El caso es que el intrépido detective Edward Grey y yo, su humilde ayudante, enlazábamos cabos en su casa de campo. El Sol empezaba a huir de la noche, que se anunciaba lentamente, opuesta al crepúsculo, como un manto oscuro. Quizás las ocho.

Fue él el primero que lo oyó. Un grito débil que yo apenas logré descifrar; luego perfectamente audible. Si antes era lejano, entonces estaba tan cercano como la noche.

Salimos de la casa, dispuestos a examinar el largo huerto vecino, en el cual habíamos situado colocado los gritos.

Una hilera de olivos frondosos y altos brotaban de la labrada tierra. Cercano a la rural casa de Mr. Grey hallamos a un tipo atado de pies y manos, ahorcado en uno de ellos. Más tarde, bendije nuestra suerte, pues, en el último hálito de vida, el desdichado alcanzó a pronunciar:

––La puerta… no… calavera… no…

Quizás, Bendito Lector, resulte ahora inquietante, pero en aquel momento lo que me sorprendió a mí, como le comuniqué a Mr. Grey, fue el propio hecho de que sólo tres pares de pisadas llegaban al lugar. Dos eran nuestras. La otra debería ser del muerto, pero, en ese caso, ¿cómo pudo colgarse con las manos y pies atados o, de otro modo, haberse atado las extremidades una vez ahorcado?

Dicho esto, empezamos a considerar la idea del asesinato. Mas es cierto que aquello tampoco encajaba en la escena. Sino, ¿cómo diablos traería el asesino al muerto?, quise preguntar, y pregunté a Mr. Grey. La respuesta fue fácil. A cuestas.

Pero aquello, maldita sea, traía más problemas. Primero, y más importante, que las huellas desconocidas sólo se dirigían al árbol; no había vuelta. Aquello nos demostraba que, ni más ni menos, de tratarse de un asesinato, el asesino aún estaría allí. Y otro interrogante era si sería tan fornido como para traer para el muerto, soga para el cuello y para las manos y pies, sendas cintas.

Mientras yo temía encontrar un musculoso hombre dispuesto a que corriéramos la misma suerte que el que estaba a unos metros por encima del suelo, Grey ya examinaba las huellas. Éstas eran poco profundas, casi hechas por gente levitando, pero perceptibles. No nos costó descifrar que si habría de haber llevado soga, cinta y un cuerpo encima, el pie se habría hundido al menos tres centímetros más.

Seguimos el rastro de las huellas que, para seguir oscureciendo la resolución del enigma, nos llevaron a otro olivo.

No encontramos nada que resaltar a primera vista. Tras unas investigaciones, hallé en la copa una extraña y amorfa pieza de lo que podría ser yeso.

Cuando vimos que tardaríamos en saber qué hacer con eso, volvimos a casa. Mientras el detective Grey avisaba a los gendarmes dándoles exactas localizaciones de la escena, yo caí en la cuenta de algo quizás esencial.

Suponiendo (era casi seguro) de que aquello fuera yeso, la pieza era excesivamente pesada para aquel material. Le comuniqué a Mr. Grey mi hallazgo; razonamos que algo debía de haber dentro. “Al fuego, rápido”, clamó Edward Grey.

Así lo hice, y no habrían pasado ni dos minutos cuando el material comenzó a desaparecer, y ni diez cuando algo brilló en su interior. Lo dejamos unos minutos más y, a causa de mi tolerable inexperiencia, me quemé los dedos al coger el metal, que ardía, lógicamente. Cuando hubo reposado un tiempo, lo llevé de nuevo a mis doloridas manos. Tratábase de una preciosa, perfecta y detallada calavera de metal.

(dos)

“Santo Dios”, suspiró Mr. Grey. Sus grandes dotes en la magia antigua le habían dado el conocimiento sobre qué era aquella calavera. No era más que un demonio parlante. “Dormido”, me especificó.

Aunque no me lo confesó, en sus actos noté que me ocultaba algo, y que a esas alturas sabía algo de cómo podía haber muerto el ahorcado.

“Habrá que invocarle”, me explicó. “Atiende, y guarda esto como el mayor secreto que hayas albergado.” Asentí. “Yo tengo la manera de invocarle, que no te revelaré. Pero te necesito más adelante. Cuando el demonio venga, se acerque, tendrás que distraerlo, para que pueda ver su Objeto Portado”

No entendí muy bien eso de ‘distraerlo’, pero asentí repetidamente. También lo hice cuando me pidió que cerrara los ojos.

Ahora sólo oía su voz.

In nomine de Satanás”, repetía. “Cuidado”, me advirtió. “Ya viene”.

Y lo hizo.

Una furia azotó mi cuerpo por dentro. Grité a pleno pulmón. Bueno, yo no grité. Gritó mi Alma, que mantenía una lucha encarnizada con el demonio. Como comprobé, éste no era físico, sino una fuerza espiritual, robusta como un roble, y tan a la vista como el aire.

Pasaron horas o segundos, lustros o días cuando ‘desperté’. Mi lucha aún continuaba, pero conseguía mantener al espíritu extranjero a raya.

Mr. Grey observaba una puerta. Una puerta abierta en la nada. Sus ojos estaban horrorizados. La cerró de golpe.

Mis ojos se obligaron a cubrirse con los párpados.

Recitó más frases en latín y, de repente, la lucha cesó. Silencio. Noté paz y armonía en mi interior. Como nunca.

“Quema la casa”, dijo. La puerta desaparecía poco a poco, como si fuera de un polvo ingrávido. “Quema todo. Y aparta esa cosa de mi vista”, dijo, refiriéndose a la calavera.

(tres)

Más tarde, le pregunté qué había visto tras la puerta. El caso no salió de nosotros, y el incendio se tapó de accidente. No hubo explicación para el ahorcamiento.

“Vi el Tiempo. El Tiempo y la Codicia. Vi nuestra generación morir, y otras diez nacer. Vi eso, y mucho más. Vi el mismísimo infierno. Y cómo las almas perdidas vagaban en él. Vi la Nada, pero lo vi Todo. Vi la Necesidad, y el Hambre. Vi el Bien, pero irremediablemente vi el Mal. Esa visión llevó al suicidio a aquel pobre ahorcado, guiado por el mismísimo Diablo. Pero también por Dios. El Mal y el Bien radican en un único sitio. La Puerta. La Puerta entre lo divino y lo infernal, entre la Necesidad y el Lujo, entre izquierda y derecha, entre Norte y Sur, entre Este y Oeste. La Puerta entre los Mundos. Los Mundos de la Puerta. La Puerta de los Mundos”.